Acondicionamiento físico total

Prensa Bravos de Margarita, septiembre 27. ¡Còmo sudan esos muchachos!... Así exclamo un parroquiano que prefirió pasar su mañana de domingo, sentado en la tribuna del estadio Nueva Esparta y sin perderse detalle de la práctica ejecutada por los chicos de los Bravos de Margarita.
Huelga decir que el sol margariteño estaba con baterías recargadas y que los chorros de sudor que emanaban los peloteros, servían para abonar el terreno.
Mientras los jugadores reflejaban el cansancio en su rostro, una figura enfundada en franela y bermuda les impartía órdenes con voz tronadora. Así ha ocurrido desde el pasado jueves, cuando los Bravos iniciaron sus prácticas con miras a la campaña 2009-2010 de beisbol profesional.
Mientras Alexis Infante y René García supervisan el trabajo en la jaula de bateo y la pareja integrada por Amalio Carreño y Omar Bencomo le mete lupa al desempeño de los lanzadores, Jack Galindo - ese personaje de franelilla y bermudas - recorre todo el campo para cuidar celosamente de que los jugadores lleguen en perfecto estado físico al play ball inaugural. Para ello, los pone a sudar copiosamente... Para que eliminen todo el exceso de peso que puedan albergar en sus cuerpos.
Conversamos con Jack acerca de estas rutinas, muchas veces desconocidas para los seguidores del beisbol.
"Las rutinas de ejercicios las variamos cada dos o tres días. Los jugadores de posición realizan varios sprints (carreras con pique rápido) que se alternan entre rápidos y largos. También trabajamos la agilidad y el multisalto para tratar de fortalecer el tren inferior (las piernas), los oblicuos y los dorsales. En cambio, para los pitchers la rutina es diferente, dado que ellos deben elevar sus valores aeróbicos y anaeróbicos.
Esto es muy importante, porque debe existir un equilibrio entre ambas y por ello se deben realizar ejercicios de recuperación para cumplir con dicho objetivo", explica el preparador físico, quien ha asistido a los campos de entrenamiento de Rojos de Cincinnati y Piratas de Pittsburgh para engrandecer su cúmulo de experiencia. Con estos últimos estuvo en la Liga de Novatos, donde desde hace muchos años los bucaneros tienen al equipo de Bradenton.
"Estos dos últimos días hemos subido a ocho minutos la rutina de trote, luego de comenzarla en siete. También trabajamos con los llamados balones medicinales para fortalecer dorsales, abdominales y en el caso de los lanzadores la espalda tanto en su parte alta, media y baja, así como el hombro correspondiente a su brazo de trabajo".
Galindo nos explica que las rutinas de entrenamiento son diferentes. Todo depende del tiempo de duración que tenga estipulado el calendario de la liga donde se preste servicios. La nuestra se apunta en dos meses y medio, pero otras van a cuatro o seis meses y en esos casos el entrenamiento previo a la campaña - desde el punto de vista de la condición física - puede variar.
"En Venezuela, uno tiene que acondicionar a los jugadores para un torneo de 65 juegos. En cambio, en la Pelota Organizada hay que prepararse para un calendario mayor y para ello se debe adaptar la rutina de trabajo a esa exigencia", nos explica el jovial Jack.
Por cierto, el trabajo de nuestro entrevistado no se limita solamente a la pretemporada. Su labor posee mayor alcance.
"Durante la temporada, dividimos a los lanzadores de acuerdo a la función que desempeñen, ya sean como abridores o relevistas. Los jugadores de posición, al concluir cada encuentro, van al gimnasio y cumplen su rutina de recuperación. Pero el énfasis más fuerte hay que ponerlo sobre los lanzadores, ya que requieren cuidado especial para su hombro antes de salir a actuar. Terminado el juego, se recuperan con hielo y luego hay que poner cuidado en su alimentación, pues como deben actuar cada cuatro días, lo que ocurra entre cada una de sus aperturas es vital. Los lanzadores abridores deben someterse a un buen régimen, apoyado por suplementos vitamínicos", indica este profesional del acondicionamiento físico.
Pero aún hay más secretos en el trabajo desplegado por Jack Galindo. "A los lanzadores relevistas que tienen que lanzar a diario, también son objeto de un régimen especial, pues tienen prohibido cansarse. En general, a todos los integrantes del equipo les tengo su correspondiente carpetas, donde van anotadas sus diferentes evoluciones. Puedo decir que con los pitchers está la parte más exigente del trabajo, pues ellos laboran màs y con ellos hay que ser más estricto que con los jugadores de posición", sentenció el entrevistado para sacarle el out 27 a este ilustrativo diálogo.